La artritis es una condición común que afecta la independencia funcional y la calidad de vida en muchas personas, especialmente en los adultos mayores. Es una afección crónica progresiva en la que una o más articulaciones experimentan dolor, rigidez, inflamación y degeneración. Se estimó que la osteoartritis, el tipo más común, resultó en $ 80 mil millones en costos de atención médica en los EE. UU. en 2016 (1) y afecta a alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo (2). La investigación ha establecido varias opciones de tratamiento de primera línea conservadoras (no quirúrgicas) para la artritis, que incluyen fisioterapia, pérdida de peso para personas con sobrepeso, aparatos ortopédicos, AINE e inyecciones de corticosteroides (2). Con múltiples enfoques de tratamiento, es importante comparar la efectividad de las diferentes opciones y determinar la solución óptima (1-4).
Las investigaciones muestran que la fisioterapia con ejercicios y la fisioterapia manual son modalidades eficaces para tratar la artritis. Un ensayo controlado aleatorio encontró que ambos redujeron significativamente las puntuaciones WOMAC de los pacientes después de un año, lo que representa una mejora general en los síntomas y la función. Curiosamente, la combinación de ejercicio y terapia manual no condujo a mejoras adicionales más allá de uno u otro solo (3).
También existe un alto nivel de evidencia que respalda el beneficio de las inyecciones intraarticulares de corticosteroides para la artritis a corto plazo. Estas inyecciones tienen como objetivo reducir la inflamación y, por lo tanto, reducir los síntomas de la artritis. Una revisión sistemática informó fuertes niveles de evidencia para el uso de inyecciones para la artritis reumatoide y la osteoartritis, y evidencia limitada para las inyecciones para la artritis idiopática juvenil (4).
El Colegio Estadounidense de Reumatología y la Arthritis Foundation publicaron conjuntamente pautas en 2019 para el tratamiento de la osteoartritis. Su revisión resultó en fuertes recomendaciones para las inyecciones de esteroides intraarticulares para la artritis de rodilla y para el ejercicio en general, siendo este último más eficaz cuando forma parte de la fisioterapia estructurada. Además, se hicieron recomendaciones condicionales para inyecciones para la artrosis de manos, ejercicios de equilibrio y yoga (2).
Aunque la fisioterapia y las inyecciones se han identificado como opciones de tratamiento eficaces para la artritis por sí solas, se sabe menos sobre cuál puede ser más eficaz en general. Además, las inyecciones generalmente se utilizan y estudian en el contexto del alivio a corto plazo, mientras que la fisioterapia generalmente requiere un compromiso a largo plazo para obtener el mayor beneficio. Un estudio reciente buscó responder algunas de estas preguntas restantes al comparar la rentabilidad del tratamiento inicial con fisioterapia versus inyecciones en las articulaciones para la osteoartritis de rodilla. 156 participantes adultos fueron aleatorizados para recibir 3 inyecciones o 8-12 sesiones de fisioterapia durante un año. Los costos médicos relacionados promedio al año fueron similares, aunque la desviación estándar fue mucho mayor en el grupo de inyección. Sin embargo, el grupo de fisioterapia tuvo significativamente mejores años de vida ajustados por calidad, que es una medida de la calidad de vida (1).
Investigaciones recientes sugieren que la fisioterapia puede ser más rentable que las inyecciones en las articulaciones para tratar la artritis a largo plazo, a pesar de que a menudo tiene costos iniciales más altos. Sin embargo, una advertencia restante es que la fisioterapia no es adecuada para aliviar los síntomas rápidamente. La investigación adicional debe tener como objetivo determinar un enfoque multimodal óptimo para tratar la artritis a lo largo del tiempo.
Referencias
Rhon DI, Kim M, Asche CV, Allison SC, Allen CS, Deyle GD. Cost-effectiveness of Physical Therapy vs Intra-articular Glucocorticoid Injection for Knee Osteoarthritis: A Secondary Analysis From a Randomized Clinical Trial. JAMA Netw Open. 2022;5(1):e2142709. DOI: 10.1001/jamanetworkopen.2021.42709
Kolasinski SL, Neogi T, Hochberg MC. 2019 American College of Rheumatology/Arthritis Foundation Guideline for the Management of Osteoarthritis of the Hand, Hip, and Knee. Arthritis & Rheumatology. 2020;72(2):220-233. DOI: 10.1002/art.41142
Abbott JH, Robertson MC, Chapple C, et al. Manual therapy, exercise therapy, or both, in addition to usual care, for osteoarthritis of the hip or knee: a randomized controlled trial. 1: clinical effectiveness. Osteoarthritis and Cartilage. 2013; 21(4):525-534. DOI: 10.1016/j.joca.2012.12.014
Cheng OT, Souzdalnitski D, Vrooman B, Cheng J. Evidence-Based Knee Injections for the Management of Arthritis. Pain Medicine. 2012; 13(6):740–753. DOI: 10.1111/j.1526-4637.2012.01394.x