Los investigadores han especulado durante mucho tiempo que la artritis está influenciada por factores genéticos [1]. Con el advenimiento de los estudios de asociación del genoma completo, se han identificado los factores de riesgo genéticos que contribuyen a múltiples formas de artritis [2, 3]. Ahora, enfermedades como la artritis reumatoide tienen hasta 100 o más genes vinculados a ellas [1]. Este artículo discutirá tres formas prominentes de la enfermedad: osteoartritis (OA), artritis reumatoide (AR) y artritis psoriásica (PsA), y los avances que se han hecho para descubrir el factor de riesgo genéticos de la artritis.
La osteoartritis es la forma más común de artritis [1]. Desafortunadamente, no existe una cura para la OA, lo que aumenta la importancia de comprender mejor la genética detrás de ella [4]. Desde 2005, se han informado varios loci genéticos novedosos que contribuyen al inicio de la OA [3]. Uno de los estudios más fundamentales de la OA fue arcOGEN, un estudio de asociación del genoma completo publicado en 2012 [3]. El experimento se centró en pacientes que padecían artrosis de rodilla o de cadera [3]. Dio como resultado la identificación de cinco loci significativos para la OA, así como una región rica en genes en el cromosoma 3p21 [5]. Desde entonces, los investigadores han identificado más genes candidatos para la OA, como NCOA3, SULF2 y ALDH1A2[3].
A pesar de los múltiples genes que contribuyen a la osteoartritis, los factores genéticos son más influyentes en la probabilidad de que un paciente desarrolle artritis reumatoide [1]. De hecho, mientras que la AR afecta aproximadamente al 0,5 al 1 % de la población mundial, esta prevalencia aumenta al 2 al 4 % entre los hermanos de personas con la afección [2]. El factor de riesgo genético más influyente para esta enfermedad se encuentra en el locus HLA, o antígeno leucocitario humano [2]. Más específicamente, la secuencia de aminoácidos denominada alelos del epítopo compartido (SE) en las posiciones 70 a 74 de la cadena DRβ1 representa alrededor del 30 al 50 % de la susceptibilidad genética de una persona a la AR [2]. Otros genes significativos que han sido aislados por estudios GWAS incluyen TRAF1/C5, PADI4 y CTLA4[2]. Aunque los investigadores han identificado múltiples loci asociados con la AR, el polimorfismo funcional de un solo nucleótido (SNP) en muchos de estos lugares sigue siendo desconocido [2]. Para movilizar con éxito los hallazgos genéticos para ayudar a prevenir futuros casos de AR, será necesaria más investigación sobre SNP relevantes.
El factor de riesgo genético de la artritis psoriásica es similar al de la artritis reumatoide: los polimorfismos HLA contribuyen a ambas condiciones y están fuertemente relacionados con la gravedad de la enfermedad [6]. Por ejemplo, los pacientes con APs tipo I que portan el alelo HLA clase I, HLA-Cw6, pueden experimentar una enfermedad cutánea más grave, mientras que los pacientes con AR que portan alelos SE tienden a presentar un fenotipo más drástico y tienen una mayor probabilidad de desarrollar manifestaciones extraarticulares [6]. Los genes HLA también pueden influir en la probabilidad de que un paciente desarrolle PsA. Un estudio realizado por Yan y sus colegas sugiere que, entre las personas con psoriasis, las personas con el alelo HLA-C*06:02 tenían un 67 % menos de probabilidades de desarrollar artritis psoriásica que los pacientes sin el alelo [7].
Si bien se requiere más experimentación en estos puntos, estos estudios son ciertamente prometedores y reflejan cuán lejos han llegado los estudios genéticos en tan poco tiempo. Con un conocimiento refinado, los investigadores podrán trabajar para desarrollar tratamientos que, en lugar de responder a la inflamación causada por los genes, modifiquen los genes para prevenir el desarrollo de la artritis por completo [1].
Referencias
[1] “Is Arthritis Hereditary?,” Cleveland Clinic, Updated June 17, 2019. [Online]. Available: https://health.clevelandclinic.org/is-arthritis-hereditary/.
[2] M. Bax et al., “Genetics of rheumatoid arthritis: what have we learned?,” Immunogenetics, vol. 63, p. 459-466, May 2011. [Online]. Available: https://doi.org/10.1007/s00251-011-0528-6.
[3] J. Loughlin, “Genetic contribution to osteoarthritis development: current state of evidence,” Current Opinion in Rheumatology, vol. 27, no. 3, p. 284-288, May 2015. [Online]. Available: https://doi.org/10.1097/BOR.0000000000000171.
[4] H. J. M. Kerkhof et al., “Prediction model for knee osteoarthritis incidence, including clinical, genetic and biochemical risk factors,” Annuals of the Rheumatic Diseases, vol. 73, no. 12, p. 2116-2121, August 2013. [Online]. Available: https://doi.org/10.1136/annrheumdis-2013-203620.
[5] arcOGEN Consortium and arcOGEN Collaborators, “Identification of new susceptibility loci for osteoarthritis (arcOGEN): a genome-wide association study,” Lancet, vol. 380, no. 9844, p. 815-823, September 2012. [Online]. Available: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(12)60681-3.
[6] P. Y. P. C. Ho et al., “HLA-Cw6 and HLA-DRB1*07 together are associated with less severe joint disease in psoriatic arthritis,” Annals of the Rheumatic Disease, vol. 66, no. 6, p. 807-811, January 2007. [Online]. Available: https://doi.org/10.1136/ard.2006.064972.
[7] D. Yan et al., “Clinical and Genetic Risk Factors Associated with Psoriatic Arthritis among Patients with Psoriasis,” Dermatology and Therapy, vol. 8, p. 593-604, October 2018. [Online]. Available: https://doi.org/10.1097/BOR.0000000000000171.